El último libro de James Lovelock, "La Venganza de la Tierra" es un libro radical. Comprende 3 partes:
En la primera se habla, de los avances e información que hemos adquirido de Gaia y como las críticas respecto a ella han sucumbido. Por ejemplo, uno de los datos destacados es que superar los 500ppm de CO2 en la atmosfera haría colapsar a Gaia. Hace posibles escenas en el futuro de cómo reaccionara Gaia ante el incremento de este gas.
La segunda parte es la más controversial,donde hace un análisis de las diferentes perspectivas de las actuales fuentes de energía y donde se muestra a favor de la nuclear y no reconoce lo que realmente sucedió en Chernóbil, además que no cree en la prohibición de los DDT. Pero su idea central es “mientras pasan los días, prácticamente todos participamos en la destrucción de Gaia y que por pensar de forma egoísta, sólo en el bienestar humano ignorando Gaia, estamos provocando nuestra inminente extinción”.
La tercera parte nos lleva a la acción, que debemos hacer y cuán importante “es la necesidad de reconocer que los ecosistemas naturales de la Tierra regulan el clima y la química del planeta y no están ahí simplemente para proveernos de alimentos o materias primas”. Nuestro egoísmo es la plaga que está enfermando al planeta. En su último capítulo titulado Más allá del final del trayecto sostiene que “ha llegado la hora que todos nosotros planifiquemos una retirada del terreno insostenible que hemos alcanzado con el uso inadecuado de la tecnología… necesitamos que la gente de todo el mundo sienta el peligro presente y real y se movilice espontáneamente y sin tumultos en una retirada ordenada y sostenible hacia un mundo en que intentemos vivir en armonía con Gaia”. Sin embargo, entre otros debemos reconocer “que la raíz de nuestros problemas con el entorno proviene de la falta de límite en el crecimiento de la población”.
En resumen este libro, nos deja una gran enseñanza, que viene de un hombre que ha dedicado a Gaia más de 40años de estudio.